Escalada de violencia en Gaza: más de 57,200 palestinos muertos desde el inicio de la ofensiva israelí
La Franja de Gaza continúa sumida en una grave crisis humanitaria y un conflicto armado que no muestra señales de disminuir. Este viernes, el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), informó que el número de palestinos fallecidos a causa de la ofensiva israelí ha superado los 57,200, desde que estallaron los combates el 7 de octubre de 2023, tras un ataque sin precedentes de Hamás contra territorio israelí.
Según el comunicado oficial, publicado a través de su canal de Telegram, el total de víctimas mortales asciende ya a 57,268, mientras que la cifra de heridos se sitúa en 135,625. Las autoridades gazatíes señalaron que solo en las últimas 24 horas se han registrado 138 fallecidos y 452 personas heridas, en medio de una nueva oleada de bombardeos israelíes que han afectado múltiples zonas del enclave costero.
La ofensiva de Israel se desató como represalia por los ataques del 7 de octubre, en los que comandos de Hamás ingresaron a territorio israelí, matando a más de 1,100 personas y secuestrando a decenas, entre ellos civiles y militares. Desde entonces, las fuerzas israelíes han llevado a cabo una campaña militar sostenida sobre la Franja, compuesta por bombardeos aéreos, ataques de artillería y operaciones terrestres, argumentando que su objetivo es "desmantelar la infraestructura terrorista" de Hamás.
Una crisis que se intensifica
El Ministerio de Sanidad de Gaza denunció que la mayoría de las víctimas son civiles, incluyendo un elevado número de mujeres y niños, y que los bombardeos han afectado también hospitales, escuelas, refugios y zonas residenciales densamente pobladas. Las condiciones sanitarias y de vida en Gaza son cada vez más críticas, con la mayoría de sus infraestructuras destruidas o fuera de servicio, y con acceso limitado a alimentos, agua potable, electricidad y atención médica.
En este contexto, el Ministerio informó que desde el pasado 18 de marzo, fecha en que el Ejército de Israel rompió un alto el fuego temporal pactado con Hamás en enero, al menos 6,710 personas han muerto y otras 23,584 han resultado heridas, lo que refleja una intensificación de la ofensiva en los últimos meses.
Organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Cruz Roja Internacional y Human Rights Watch han expresado su profunda preocupación por el número creciente de víctimas civiles y han pedido a ambas partes respetar el derecho internacional humanitario. En particular, se ha instado a Israel a evitar ataques indiscriminados que puedan constituir crímenes de guerra, así como a Hamás a cesar el uso de civiles como escudos humanos y a liberar a los rehenes que aún mantiene en su poder.
Situación humanitaria en colapso
La situación en Gaza ha sido descrita como catastrófica por diversas organizaciones no gubernamentales (ONGs) que operan en la región. Los desplazamientos forzados de la población, la falta de insumos médicos y el colapso del sistema de salud han agravado una situación ya precaria. Más del 80% de la población se encuentra desplazada de sus hogares, viviendo en condiciones insalubres y hacinadas en refugios improvisados o instalaciones escolares administradas por la UNRWA.
El acceso a ayuda humanitaria sigue siendo uno de los principales desafíos. Los pasos fronterizos con Egipto e Israel, esenciales para la entrada de alimentos, medicinas y combustible, han sido objeto de constantes cierres y restricciones. A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional por establecer corredores humanitarios seguros, la ayuda que logra ingresar es insuficiente para cubrir las necesidades de la población.
Llamados al alto el fuego
Diversas naciones y bloques regionales, incluidos la Unión Europea, la Liga Árabe, y potencias como Estados Unidos, Turquía, Qatar y Egipto, han instado a un nuevo alto el fuego que permita retomar el diálogo político y aliviar el sufrimiento de los civiles. No obstante, los intentos de mediación han fracasado repetidamente debido a las profundas desconfianzas entre las partes, las demandas contrapuestas y los intereses estratégicos involucrados.
Por su parte, el gobierno israelí sostiene que no cesará su operación militar hasta garantizar la completa neutralización de las capacidades militares de Hamás, mientras que este último continúa resistiendo, alegando defender la causa palestina frente a la ocupación.
Un conflicto sin horizonte claro
Nueve meses después del inicio de esta nueva escalada de violencia, el conflicto entre Israel y Hamás continúa provocando devastación, pérdida de vidas y un dolor profundo en ambas poblaciones. A pesar de los múltiples llamados internacionales a la paz, la falta de una solución política viable y sostenible mantiene la región atrapada en un ciclo de violencia que parece no tener fin.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue observando con alarma el deterioro de la situación en Gaza, donde miles de familias claman por el fin de los bombardeos, la protección de los civiles y una esperanza de paz que, por ahora, sigue distante.