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Tragedia conmovió al país: Capitán del Ejército asesina a su expareja y exsuegra, luego se quita la vida
El capitán del Ejército Samuel Mora Alcántara mató a su expareja y exsuegra en Santo Domingo antes de suicidarse, según investiga la Policía Nacional.
Por Dj. Cristian Matos
Publicado en 07/09/2025 11:59
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Tragedia conmovió al país: Capitán del Ejército asesina a su expareja y exsuegra, luego se quita la vida

 

Distrito Nacional, República Dominicana. – Una nueva tragedia por violencia de género ha estremecido al país, luego de que se confirmara que el capitán del Ejército de la República Dominicana, Samuel Mora Alcántara, de 49 años, ultimó a su expareja sentimental Elania Galarza Cabrera, de 35 años, y a su exsuegra Beatriz Reyes Cabrera, de 65, para posteriormente quitarse la vida en un hecho ocurrido entre el Distrito Nacional y Santo Domingo Este.

 

El fatídico suceso, ocurrido la noche del martes, ha encendido nuevamente las alarmas sobre la gravedad del flagelo de la violencia doméstica y de género en el país, así como la necesidad de reforzar los sistemas de prevención, protección y justicia para las mujeres víctimas de acoso y abuso por parte de exparejas sentimentales.

 

Resumen de los hechos

 

Según el informe preliminar proporcionado por la Policía Nacional y confirmado por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), el doble feminicidio se produjo en una vivienda del sector Mejoramiento Social, donde residía Elania junto a su madre. De acuerdo con los testimonios recogidos en la escena y declaraciones de personas cercanas, Samuel Mora llegó al lugar alrededor de las 9:30 de la noche.

 

En un primer momento, el capitán retiró de la casa a sus dos hijos menores de edad, fruto de su relación con Elania, llevándolos bajo el alegato de querer compartir con ellos. Minutos después, regresó a la vivienda armado, preguntó por su expareja, y al encontrarla en el interior junto a su madre, abrió fuego sin mediar palabras, provocándoles la muerte en el acto.

 

Las actas de defunción certificadas por el médico legista indican que ambas víctimas fallecieron a consecuencia de múltiples heridas provocadas por proyectiles de arma de fuego. Los impactos fueron fatales, principalmente en el área del pecho y la cabeza. La Policía Científica recolectó cinco casquillos calibre .45 y un proyectil en la escena del crimen, los cuales han sido enviados a los laboratorios balísticos para su análisis pericial.

 

El suicidio del agresor

 

Horas después del doble crimen, las autoridades recibieron un reporte sobre el hallazgo del cuerpo sin vida del capitán Mora Alcántara en una vivienda ubicada en Sabana Perdida, en el municipio Santo Domingo Norte. Según las informaciones preliminares, el agresor se trasladó hasta ese lugar tras cometer el doble homicidio y se quitó la vida con la misma arma utilizada en el crimen.

 

Antes de cometer el suicidio, Mora Alcántara dejó a sus hijos bajo el cuidado de un familiar, asegurándose de que no quedaran desamparados. Este detalle evidencia una premeditación del hecho y una clara intención de cerrar el ciclo de violencia que había iniciado en la noche del martes.

 

Preocupaciones previas y señales de alerta

 

Una amiga cercana a la víctima, cuya identidad ha sido reservada por razones de seguridad, reveló a los investigadores que Elania había manifestado preocupación en semanas recientes por el comportamiento cada vez más controlador y posesivo de su expareja. “Me dijo que él la vigilaba, que la llamaba insistentemente, y que no aceptaba que ella siguiera con su vida”, expresó la amiga entre lágrimas.

 

Estas declaraciones abren la posibilidad de que Elania haya estado viviendo una situación de acoso emocional y psicológico, sin haber recibido una respuesta efectiva del sistema de protección. Aunque no hay registros de denuncias formales, el entorno confirma que ella sentía temor por lo que su expareja pudiera hacer, especialmente porque era un oficial entrenado y con acceso a armas.

 

Investigación en curso

 

El caso ha sido asumido por las unidades especializadas en violencia de género de la Policía Nacional, en coordinación con el Ministerio Público, quienes están trabajando bajo el protocolo establecido para crímenes de esta naturaleza. Entre las diligencias se incluye la recolección de evidencia en las dos escenas del crimen, entrevistas a testigos y familiares, así como la evaluación psicológica de los hijos sobrevivientes, quienes quedaron huérfanos tras el violento episodio.

 

El vocero de la Policía Nacional informó que el capitán Mora no presentaba sanciones activas ni antecedentes por violencia doméstica en los registros institucionales, aunque sí había solicitado una licencia por motivos personales hace dos meses. Se indaga si esta licencia tuvo alguna relación con conflictos familiares.

 

Reacciones sociales e institucionales

 

El caso ha provocado una oleada de indignación en las redes sociales y en la opinión pública. Diversos sectores de la sociedad, incluyendo representantes de organismos de derechos humanos, feministas, instituciones religiosas y ciudadanos en general, han exigido mayor vigilancia, protección efectiva para mujeres en situaciones de riesgo, y revisión en los protocolos para el acceso y porte de armas de fuego por parte de miembros de las Fuerzas Armadas.

 

“El feminicidio es una pandemia silenciosa que sigue cobrando vidas de mujeres inocentes. No basta con leyes. Necesitamos voluntad, educación y prevención real”, expresó en sus redes sociales la activista María Hernández, del Colectivo Mujer y Vida.

 

Por su parte, el Ministerio de la Mujer emitió un comunicado lamentando profundamente el hecho y recordando a la población la existencia de las líneas de atención y casas de acogida disponibles para mujeres que se encuentren bajo amenaza de violencia.

 

Un drama familiar irreparable

 

La muerte de Elania Galarza y su madre Beatriz Reyes deja un vacío profundo en su familia y en toda la comunidad. Ambas eran descritas como mujeres trabajadoras, solidarias y dedicadas al cuidado de sus hijos y nietos. La tragedia dejó en la orfandad a dos menores que ahora serán asistidos por los servicios de protección infantil del Estado, mientras se define su custodia definitiva con familiares cercanos.

 

La historia de Elania se suma a la larga lista de mujeres víctimas de feminicidio en la República Dominicana, una de las naciones de América Latina con más alta tasa de muertes violentas de mujeres por razones de género. Solo en el primer semestre del año, se han reportado más de 40 feminicidios a nivel nacional, según estadísticas oficiales.

 

Llamado a la acción

 

Este nuevo crimen debe llamar a una profunda reflexión sobre la urgencia de fortalecer las políticas de género, mejorar el sistema de atención a víctimas, brindar mayor apoyo psicológico a los miembros de las fuerzas armadas, y trabajar activamente en la desnormalización del machismo y la posesividad que aún permean en muchos sectores de la sociedad.

 

Cada feminicidio es una historia truncada. Una vida apagada. Una familia rota. Y una sociedad que no puede seguir siendo indiferente.

 

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